domingo, 25 de octubre de 2009

Obama: un novel en los Nobel

Carlos García. “Lo acepto como un llamamiento a la acción”. Esta ha sido la declaración más repetida por los medios desde hace una semana. Barack Obama se pronunciaba después de que se hiciera público que era el ganador del premio Nobel de la paz. Parece que sus declaraciones han sido bastante sinceras y manteniendo los pies en la tierra, teniendo en cuenta que no estamos hablando de un asunto menor. Además, a este hecho hay que añadirle que toda la atención mediática se ha centrado en su figura, olvidando casi por completo a los demás ganadores de los reconocidos galardones. También ha dicho en una rueda de prensa en la Casa Blanca: “Para ser honesto, no creo que me merezca estar entre los hombres y mujeres que han ganado este premio”. ¡Aleluya! Sinceramente, merecérselo no parece que se lo merezca, puesto que hace apenas unos meses que ha ocupado el despacho oval. Esto lo reflejan muchos internautas en las encuestas realizadas por diferentes medios, como por ejemplo la de rtve que señalaba que el 72.0% de los encuestados no creían que Obama fuese meritorio del Nobel. Entonces, si no se merece el premio ¿Por qué se lo han otorgado? ¿Qué ha hecho que finalmente sea Barack Obama la persona en la que ha recaído el premio?, se preguntarán ustedes. La respuesta en dos palabras: manipulación positiva. Vayamos por partes.

Ahora Don Barack Obama es posiblemente el hombre más importante e influyente del planeta (se presupone que hablo de la Tierra) y por lo tanto tiene un poder de decisión absoluto. Esto sumado a su actitud pacificadora y unificadora en varios conflictos internacionales, como los que se han dado en los países árabes, ha hecho que se convierta en todo un símbolo del progreso humano, una auténtica marca, aunque todos esperamos que no se quede todo en puro marketing, en un mero producto. Por lo tanto se puede pensar que este premio no es un premio a ‘lo hecho’ sino a lo que se puede hacer, a las infinitas posibilidades que tiene un presidente de un gobierno como el de Estados Unidos en materia de política a nivel mundial y en relaciones internacionales. Ya sabemos cual es la línea política de Obama, pero este premio lo ‘obliga’ a cumplir una serie de objetivos o a centrarse en algo que parecía casi imposible en este mundo: la paz (un asunto que ha sido olvidado por absolutamente todos los políticos y que, al parecer, no vendía en los programas de estos).

Por todo esto creo firmemente que este Nobel es el premio más inmerecido que alguien se ha podido merecer. No ha hecho nada por merecerlo, es cierto, pero tiene es sus manos un poder muy importante que, bien usado, puede llevarnos a un verdadero cambio, al change del que tanto hablaba en su campaña electoral. ¿yes, we can?

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo conmigo mismo. Por lo menos el Nobel va a hacer que la utópica PAZ se convierta en una realidad en los objetivos y proyectos tanto de gobiernos como de ciudadanos.

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